lunes, abril 16, 2007

Yo pronuncio tu nombre en las noches oscuras,cuando vienen los astros




He inundado tinteros de pasión por ti,
las intensas palabras que escribir todavía marcan una lágrima.
Sonetos compondría, versos shakesperianos recitaría…
No alcanzas con poseer mis sueños,
todas las noches de un ayer tuyas eran,
moldeabas mi descanso en sinuosos deleites oníricos.
Durante meses tu albacea de fantasia fui.
Sin embargo preguntas si poemas no escribí no soy tan docta,
no tengo esa versada pluma en mis manos la poesía no es para mis torpes dedos más que
un icono romántico que algún día despertara a mi alma
y dará soltura a mi pensamiento.
Por tanto alejada de ese terreno utópico decantándome por dulces cuentos a la luz de una pantalla de monitor, mecanografié solo relatos
Tratando darles un toque, un aroma a verso.
La rica melodía de Quevedo, el sabor tierno de Bécquer,
la voz revolucionaria de Lorca...sitian el corazón,
guardan resonadas emociones
y ahí duermen sin descender a la mano de quien los admira.

El Poeta Pide a su Amor que le escriba

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

Federico García Lorca