Fluctuaciones en las paredes titánicas del interior,
Concepciones distintas, atrofiadas, balbuceadas sin sentido
Por corazones despedazados, por ojos enrojecidos e hinchados por el llanto.
Ay amiga, no existen palabras de consuelo, seria inútil decir que volverá,
Se lo trago la tierra, se lo llevo la mar, lo arrastro el viento.
Seré hombro, pañuelo y brazo cuando caigas pero no me pidas sonidos, no ansíes palabras que no puedo dar.
No hay frase, no hay silaba o letra que te haga olvidar, que consiga aplacar el dolor.
Robaría la receta de eliminar el sufrimiento del alma pero ¿Quién poseerá tal don?
¿Asclepio? ¿Hipócrates? ¿Apolo? Tal vez San Freud
No solo luchar por vivir, por continuar, con la conciencia constantemente hay personas alrededor que nos aprecian, que se preocupan y que nos comprenden
