jueves, febrero 15, 2007

Mi pequeña caminante, peregrina del dia y de la noche


se lene h materas mou

Tal vez no sea justo que sienta, que encuentre esa paz esa felicidad
Tal vez mi alma, mi subconsciente me torture que me castigue por la oportunidad concedida, pero aunque me duela no es mi batalla, no es mi guerra, no es mi drama ni mi tragedia, a pesar de ser un artista invitado en esta obra que es la vida
En el acto primero siempre hay sombras que tapan su esplendor, en su monólogo siento su soledad, su desamparo a pesar de los años que lleva a cuestas, el dolor y la traición la convierten en una hija necesitada de abrazo y amor de una madre artificial
Me ciego en esa imagen, en ella reside la fuerza del perdón, de la paciencia y de la constancia, un corazón que sobrepasa todo amor, un alma que crece por encima de su pequeña talla. Tal vez este sola pero con el valor de su sangre, con el coraje de su piel y a pesar de su karma seguira aprendiendo, creciendo y siendo cada vez mejor.
Lastima de aquellos que no ven mas allá de sus narices, lastima de la visión hipócrita de una verdad que reside en excusas de amor libre, la libertad propia acaba donde empieza la del otro, si hay otro a tu lado que no puede concebir esa verdad como absoluta respétala. No se puede poseer todas las riquezas del mundo.
No será mi guerra, pero me albergo en ese campo de batalla, donde las balas rozan mis mejillas impregnándolas con un líquido mortífero de salado y acuoso elemento.
Los gobiernos caen y con ellos ídolos de barro y latón, las guerras acaban y solo quedan ruinas en almas que deben forjarse de nuevo, situando los cimientos en solidó cemento para que no vuelvan a caer góticos castillos del cielo.
Esta teoría siempre es fácil de decir pero lo que es difícil es vivir consecuente con este conocimiento, es sencillo caer a los vaivenes de la vida dejándose llevar sin razón y sin corazón.

h materas mou agapei su, esei ena aggele, zelo sas

se gignosei h pateras mou

2 comentarios:

NSN dijo...

La libertad llega hasta donde está la libertad del otro. Creemos en una ética, hacemos todo lo posible por llevarla a cabo, y, sin embargo, nuestra libertad no llega hasta la libertad del otro, si la del otro no llega hasta donde está la nuestra. Por eso existen las guerras por territorios en Oriente Medio, entre otras cosas, porque la ética está planteada en una frase que es un condicional: no hago lo que no deseo que me hagan, decía el precepto kantiano. ¿Se puede ser incondicional en esos términos? Pienso que no, lo que sí se puede ser es generoso.
Ánimo, Rosa, y ten salud y revolución.

Unknown dijo...

Mil gracias por tus palabras, es a eso a lo que me refería a lo citado por Kant “no hago lo que no deseo que me hagan” aunque en ciertos aspectos de la vida pueda ser solo un vago pensamiento incumplido pero con la generosidad, con la tolerancia, con la comprensión se puede llegar a cabo, luchando por el camino empinado que suele ser el correcto.
Gracias por demostrar que esa esperanza aun perdura y que está viva en los corazones. Ojala más gente reflexionara así.
(y gracias por esas palabras de animo)