domingo, agosto 12, 2007

La tierra es tu hogar



En la profunda selva Americana se esconde el cáliz de salud universal, el pulmón de gea duerme aletargado por hierros hundiéndose en su carne terrosa. La transparente arteria aorta de su corazón esta infectada de gasoil y sucios desperdicios de metal. Muere lenta y perezosamente por amarillenta obras.
Atravesando lianas, troncos y ramas avanza una pequeña de azabaches cabellos y morena piel, sus piececitos desnudos corretean en esta mansedumbre, en esta enfermedad. Buscan sus almendrados ojos plantas sanadoras que sólo su pueblo conoce, ya que nadie más se ha interesado por ellas. Rebuscan sus uñitas en el barro de cieno las raíces que aliviaran el dolor de su niñito, con la cara enlodada busca triste e impaciente el blanco tubérculo enterrado. Desesperada descubre que esa tierra ha sido removida, trasladada, robada de su casa, que no es originaria del lugar, sumamente apenada se dibujan surcos en su infantil rostro. El llanto canta entre los altos árboles caídos, ella corre inocente a los brazos del padre, pensando que él lo solucionara todo, él tendrá el poder de hacer crecer lo muerto, resucitara su hogar y le regalara de nuevo la salud a su niño querido. No comprenderá que esto no es un mal sueño.

2 comentarios:

NSN dijo...

Gracias por estos perfumes que nos brindas, que nos recuerdan dónde vivimos, cómo debemos convivir en una ética que considere los otros y el medio ambiente.
Es a raíz de la denuncia, a fin de cuentas de las prácticas, como se puede cambiar la teoría del mundo.
Muchas gracias por darnos ánimos y alentarnos, Rosa. Eres un sol.

Unknown dijo...

Gracias a ti amiga, tu blog es una inspiración para los demás, aunque a esta pequeña niña la tengo en mis sueños, este fragmento se me aparece en sueños siendo yo esa niña, me tendré que psicoanalizar :)
Pero gracias miles por tus palabras son alientos para continuar con el camino correcto, gracias Nieves, tú si que eres ese sol que reconforta.