
Fue mejor tiempo pasado, a veces nos regodeamos con esta idea, pecamos de viciosos en revolcarnos en el pasado, analizándolo, desmenuzándolo y desmembrándolo.
¿Es sano? ¿Es cuerdo? ¿De veras nos ayuda?
Cierto que la humanidad, en general, no debe olvidar los males para no repetirlos y nosotros como individuos también tendríamos que aprender de los propios.
Pero los buenos momentos que observados desde el prisma del presente se nos antojan mejores, ¿es una ilusión, una perspectiva deformada de la verdad?
En el fondo nos deleitamos rebobinando las escenas bellas porque ansiamos la eternidad de esa felicidad, es una alegría segura, conocida y controlada por los recuerdos.
Obnubilamos nuestro futuro prometedor por lo seguro, por lo fiable, el mayor miedo es la incertidumbre, lo incontrolado.
Rememoramos con ardiente deseo, tan real es la nostalgia que nos perturba en lo profundo de nuestro ser.
Pero no somos eso, ¿criaturas que contienen el pasado, presente y futuro?
A caso no debemos convivir constantemente con esta trinidad, siendo carga, alivio, consuelo y motivación
6 comentarios:
Un placer leerte de nuevo, Rosa. Es la vida humana, somos lo que fuimos y lo que seremos o soñamos ser. A veces uno recuerda sin quererlo cosas de un pasado más desdichado, que parece pertenecer a otra persona, a un spam metido en nuestro cerebro. Otras veces nos recreamos, como bien dices, en revivir los momentos más felices. De todos modos, la historia humana, como la Historia, es cíclica: unas veces se vive mejor que otras, sin embargo la interpretación de las circunstancias pertenece a nuestra actitud, a nuestra forma de mirar y ver la vida.
Querida amiga perdóname la tardanza, he dejado muy abandonado este espacio
Pues ya no me encuentro muy a gusto en este mundo virtual. Pero agradezco de corazón cada palabra cargada de razón, y al escribirme has despertado de nuevo los engranajes de la reflexión, si como bien dices esa es la historia humana, nuestra existencia es ese conjunto del tiempo, y la interpretación de esto nos llevara a una mirada a una actitud que nos permite dominar y controlar las experiencias, aceptándolas.
Mil gracias, Nieves.
Cuando el pasado cumple en nuestra vida una función de bagaje, de experiencia, gracias a la cual vamos construyendo determinado itinerario y conformando un modelo ,más o menos claro, de lo que queremos para nosotros en el futuro... como dirían los psicólogos: el pasado es adaptativo.
Pero cuando nos inmiscuimos en las profundidades de cvivencias y emociones añejas, cuando nos deleitamos con viajes nostalgias, y perfumamos nuestro presente con efluvios de antaño, cuando el recuerdo nos hace llorar... es el momento de dejarlo atrás.
Nadie olvida lo importante, aunque sea trágico, pero hay veces en las que es mejor arrinconarlo...
Como dice una expresión popular: "hacia atrás ni para coger impulso"!!
Encantado de entrar en tu blog Rosa. Un beso y hasta ya.
Alfonso, mil gracias por tu comentario, que razón tienes y compartes conmigo gracias pues es cierto somos experiencias y es en ese bagaje experimental donde se entremezclan nuestras ambivalencias emocionales y con esa memoria avanzamos no retrocedemos. Se nota que llegaras lejos en este viaje de la psicología.
Un beso guapísimo.
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